Existen diversos tipos de reacciones químicas, y para simplificar, las agruparemos en cuatro categorías principales. Estas son las reacciones de síntesis o adición, las de sustitución, las de doble sustitución y las de descomposición.

     1. Reacciones de Síntesis o Adición:

Las reacciones de síntesis implican la combinación de sustancias para formar un producto más complejo, representado por la ecuación general A + B à AB. En este tipo de reacciones, dos o más sustancias se combinan para dar lugar a un solo compuesto, como el ejemplo del óxido de sodio, que se forma cuando las sustancias se combinan para producir un único compuesto, el AB.

    2. Reacciones de Descomposición:

Por otro lado, las reacciones de descomposición involucran la separación de una sustancia más compleja en productos más simples. Se representan mediante la ecuación general AB à A + B. Un ejemplo es la descomposición de algunos óxidos metálicos, donde la sustancia AB se descompone para producir A y B, como en la descomposición del clorato de potasio.

    3. Reacciones de Sustitución:

En las reacciones de sustitución, hay un intercambio de sustancias, y la representación general es AB + C à AC + B. Un ejemplo es cuando un ácido reacciona con un metal del grupo 1 para formar una sal y liberar hidrógeno molecular, como en la reacción del hidróxido de sodio más hidrógeno molecular.

    4. Reacciones de Doble Sustitución:

En las reacciones de doble sustitución, dos sustancias complejas intercambian partes para formar dos sustancias distintas. Se representan como AB + CD à AD + BC. Un ejemplo es la formación de ácido clorhídrico más hidróxido de bario durante una reacción de hidrólisis. 

Es importante comprender estos tipos de reacciones, ya que ofrecen una base fundamental para entender los procesos químicos que ocurren en la naturaleza y en los laboratorios.